Plan de gestión circular de Ceibal revaloriza 75% de sus residuos y le permite ahorrar US$ 2.6 millones al año

29 DE JUNIO

EL PAIS

Aquel 10 de mayo de 2007, cuando se entregó la primera “ceibalita” en Cardal, Florida, no solo se puso en marcha el plan que llevaría “una laptop por niño”. También se echaba a andar una maquinaria que dispone cientos de especificaciones técnicas para cada componente que se adquiere; que planifica y ejecuta compras a nivel internacional; que entrega los dispositivos, los dota de contenido y funcionalidad y que luego los repara y recupera repuestos, los revaloriza y gestiona los residuos. Un ejemplo de circularidad en la gestión.

Ceibal comenzó aquel día entregando 150 computadoras a los niños de la escuela 24 y hoy ya superó los tres millones de máquinas entregadas, según el informe de “Cadena de suministro circular y sostenible” que presentó la institución en la Expo Sostenible 2024. Este documento, que llevó más de un año de elaboración y que surgió a instancias de la Gerencia de Sostenibilidad, creada en 2022, permitió dimensionar el real impacto de la gestión circular de Ceibal para el cuidado del medioambiente.

Para muestra basta un botón, dicen: el plan de gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) de Ceibal, que contempla la reparación y reutilización de equipos y componentes, le permite al país ahorrarse la generación de 13 toneladas de basura por año. Y le permite a la institución ahorrar 2.6 millones de dólares al año en compra de repuestos.

Según datos del documento -que se puede leer completo al final de este artículo-, en 2023 se procesaron 120 toneladas de RAEE por parte de Ceibal y de ellos, el 75% fue revalorizado. Como explicó al presentar el informe Ignacio Gründel, gerente de planificación y compra logística de Ceibal: “Apuntamos a modelar la obsolescencia de los productos”.

“(Cuando se creó la Gerencia de Sostenibilidad) nos dimos cuenta de que estábamos gestionando una cadena más de 650.000 dispositivos en cancha, con un ingreso por año de más de 150.000 dispositivos nuevos. Y también nos dimos cuenta de que esa cadena de suministros era absolutamente circular: nacía y tenía un diseño tal que nos permitía llegar al final de la vida de los dispositivos”.

¿Y de qué forma se hace esto? Fijando todas y cada una de las especificaciones técnicas de todas y cada una de las piezas que componen cada “ceibalita”. Gründel contó que, estando en China y Taiwán, trabajando mano a mano con los proveedores, llegó a sentir que era un “rompecocos”. Pero, por el contrario, lo que recibió fueron comentarios de “que la profesionalidad con la que se plantea cada detalle es de clase mundial”. “Son los únicos que nos piden que la goma de la pantalla sea de determinada intensidad, o que el conector del cargador sea distinto al del auricular, o que el tornillo de la placa madre sea verde y no rojo”, dijo que comentan los proveedores, y aseguró que está lejos de ser tomado como crítica.

Ese es el comienzo de la “cadena de suministros circular, resiliente y de alto rendimiento”, como la define Ceibal. Eleana Reyes, jefa de Planificación Logística y Gestión Ambiental de Ceibal, explicó en la Expo Sostenible que el proceso se compone de 24 centros de reparación que hay en todo el país; cuatro centros de recuperación y, por otra parte, la participación del gestor de residuos —que es la empresa Werba— a donde va todo lo que no se pudo recuperar. Allí se “destripan” los equipos y se rescata cada parte que pueda ser revalorizada.

“Reparando y reutilizando se disminuyen los residuos, pero además se da sustentabilidad económica a Ceibal”, apuntó. En números: el 40% de los repuestos que se usan para reparar computadoras provienen de ese proceso de desguace y recuperación. Al año se usan 400.000 repuestos, se extiende la vida útil a más de 40.000 equipos y se ahorran 2,6 millones de dólares anuales.

¿Y qué pasa con los residuos que sí se generan?

Más allá de todo ese proceso, es claro que, de todos modos, se generan residuos. De hecho, hay 175 toneladas de baterías de las computadoras esperando por su disposición final. Estos componentes tienen un alto poder contaminante y son un pasivo ambiental que representa un problema para todas las compañías del mundo, no solo para Ceibal.

“Además, hay elementos que ya no tienen uso porque se volvieron obsoletos, porque la tecnología de ese equipo ya no es usada o porque una pelota reventó una mochila que hacía de arco en un campito, con una computadora adentro”, dijo Gründel, recordando que los usuarios son niños y que, con ellos, a veces hay accidentes inesperados.

“Estamos hace 17 años, permanentemente, entrenando a nuestros proveedores en rediseñar los dispositivos para maximizar la recuperación de residuos y obviamente para minimizar costos, porque hay un tema muy importante: si por cada equipo roto le tenemos que dar a cada niño un equipo nuevo, Ceibal no sería sostenible en lo económico, ni en lo ambiental”, agregó.

¿Cuántas ceibalitas reciben los alumnos?

“Estamos en 650.000 equipos funcionando, con hitos de entrega y recambio”, dijo Gründel y explicó esas instancias:

A nivel de cinco años se entrega una tablet por clase.

El niño recibe por primera vez su equipo en primer año de escuela, que es una tablet de 8 pulgadas y la usa durante primero y segundo.

En tercer año la entrega y se lleva su primera laptop personal, que usará durante cuatro años.

Al llegar a séptimo, entrega la laptop y recibe una nueva, que puede usar durante todo el ciclo básico.

En Bachillerato no se cubre el 100% de la matrícula, pero sí a todos aquellos que voluntariamente se inscriben a cursos de programación o pensamiento computacional.

El ingeniero informó que en 2023 procesaron 120 toneladas de residuos y que el 75% de eso se revalorizó y volvió al ciclo productivo en algún lugar del mundo. “El plástico termina en Malasia; las plaquetas electrónicas van a una planta de metales preciosos que está en Bélgica y Holanda; el aluminio y el cobre van a Brasil; el hierro termina en una planta uruguaya que lo transforma en varillas”, reseñó.

Pero además, apuntó que en todos los años de funcionamiento de Ceibal han recuperado un millón y medio de kilos de residuos eléctricos y electrónicos. “Si solamente hubiéramos entregado dispositivos y los hubiéramos dejado ahí, hoy estarían en alguna intendencia, en alguna usina, en algún vertedero o en las casas de los niños. Pero hoy esos kilos fueron tratados”, enfatizó. www.elpais.com.uy